El río Casaño que fluye de Oeste a Este, paralelo a la Sierra del Cuera, actuando como frontera natural entre esta sierra costera y el Macizo Occidental de los Picos de Europa. Es un valle de montaña rodeado de pendientes considerables, que al alberga zonas de relieves más amables y tener muchas horas de sol al estar orientado su cauce de Oeste alberga la mayoría ( 13 ) de los pueblos de Cabrales.
Por el transita la infraestructura principal del concejo (la carretera AS-114) y alberga los servicios administrativos y turísticos convirtiéndose en la base ideal para hacer de “Campo base” para acceder a las montañas
Fuera del valle del Casaño, la geografía se vuelve extrema, lo que ha condicionado históricamente el aislamiento del Concejo. Los otros dos ríos del concejo, el Duje y el Cares, si bien hermosísimos son auténticos ríos de alta montaña.
- El Río Duje, conforma valle en forma de "V" cerrada. Tielve y Sotres son los únicos pueblos que encontramos en él, "colgados" en las laderas para evitar las riadas y buscar el sol. Son pueblos de alta montaña puros, donde la vida en invierno es durísima por la nieve.
- El Río Cares :
- (Aguas Arriba de Arenas): hacia el sur (hacia Poncebos), el valle se cierra dramáticamente.
- Población: Apenas existe. Solo encontramos Poncebos (que no es un pueblo, sino un nudo de servicios, central eléctrica y hostelería) y Camarmeña (colgada en lo alto).
- Bulnes: Es el ejemplo máximo de adaptación al medio hostil. Está escondido en un valle lateral (Canal del Texu), invisible desde el río Cares, protegido de los vientos pero aislado hasta la llegada del funicular.
- Geografía: Es la "Garganta Divina". Paredes verticales donde, como describe la Ruta del Cares, hubo que excavar la senda en la roca a pico y pala. No hay espacio para cultivos ni ganadería extensiva de valle.
- El Cares (Aguas Abajo de Arenas): Una vez que el Casaño se une al Cares en Arenas, el río sigue hacia Peñamellera. Aunque recibe más agua, vuelve a encajonarse (Desfiladero de Peñamellera) antes de llegar a Panes, manteniendo ese carácter bravo que no permite asentamientos en sus laderas